Sebastian Falla

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Que Coca-Cola recicle es "misión imposible"

 

Desde los osos polares en cada navidad, hasta las botellas coleccionables y los anuncios de felicidad en el cine antes de cada película (con los que secretamente he derramado más de una lagrima), Coca-Cola ha acompañado a mi generación - y muchas más - en todos los medio de comunicación.

Que poder tan impresionante puede tener una marca sobre nuestra conciencia colectiva!

Muy interesante es entonces ver la nueva campaña de Coca-Cola “2nd Lives”, que muestra una lista de tapas adicionales para darle un segundo uso a sus botellas…

Aunque no tenemos disponibilidad a estos lados del mundo (es una campaña para Vietnam), es interesante la alusión que se hace al movimiento del reúso (upcycling), una práctica que busca que la basura deje de ser basura. Coca-Cola sabe verdaderamente vender emociones con sus anuncios, pero ¿será práctico afirmar que estaremos reduciendo el desperdicio plástico con una estrategia de consumismo? Al final de cuentas, para darle un segundo uso a las botellas tendríamos que comprar tapas adicionales (aparentemente, hechas de plástico!).

Significa entonces que CocaCola está siendo hipócrita al proponer la reducción de desechos con una campaña de esta naturaleza? Tratando de ser optimista y dando primero el beneficio de la duda a las intenciones de la empresa, considero que es una respuesta acelerada a la gran demanda que hay en el tema del reciclaje. Obviamente es más considerado analizar la cantidad de plástico por botella, el contenido de material reciclado, los esfuerzos por un trato adecuado al final del ciclo de vida y los segundos usos – más permanentes – para el material.

Algo que si es claro es que la demanda verde va en crecimiento, que las personas esperan ver propuestas responsables de parte de las empresas y que las soluciones creativas buscan satisfacer esta visión por un desarrollo sostenible. No podemos hablar de esfuerzos perdidos o algún tipo de negra intención detrás de estas campañas… es más, me atrevo a decir que debemos aplaudir cualquier iniciativa que ayude a moldear nuestra conciencia colectiva y nos haga pensar en temas tan relevantes como el reciclaje. (manteniendo un ojo crítico de todas maneras)

Puede que no sea una solución de aplicación masiva, o que finalmente no signifique una reducción real de desperdicios, pero genera interés suficiente para cuestionar “¿Qué pasaría si nunca botáramos ninguna botella?" De CocaCola o cualquier otra bebida.

En la práctica de innovación sostenible, me gusta – especialmente cuando se quiere diseñar productos más sostenibles – liderar sesiones de creatividad que utilicen un juego de sugestión creativa que llamamos “Misión Imposible”. En este juego, que busca despertar la inventiva, tomamos algo del producto (o proceso) que se considera “vital” y hacemos la pregunta “¿cómo podríamos hacer [producto] sin [cosa vital]?”.

El nombre del juego claramente nos dice que la respuesta puede nunca llegar… pero el proceso de analizar este nuevo escenario normalmente nos brinda soluciones alternas sobre algo que damos por hecho e inicia una discusión que de otra forma nunca habría sucedido. (Edward de Bono – uno de mis héroes en creatividad e innovación - le llama a este tipo de pensamiento “lateral”)

Suponiendo que Coca-Cola esté queriendo jugar “Misión Imposible” con nosotros; ¿qué pasaría si no pudiéramos botar ni una sola botella de plástico más a la basura?

SFS

NOTA: Si quiere jugar “Misión Imposible” en su empresa (supongo que les asombra escuchar “empresa” y “jugar” en la misma frase… pero más de eso en otra ocasión), les recomiendo tener en consideración las siguientes reglas:

1. Se debe desarrollar en un ambiente sin interrupciones (o sea, NO en la sala de juntas de la empresa)

2. No debe desarrollarse con más de 8 personas

3. Ninguna propuesta debe ser evaluada por su factibilidad – para no comprometer el flujo de ideas creativas (así suenen absurdas), se busca volumen de ideas y no calidad. El análisis de su factibilidad se hará después.

4. Debe llevarse un registro de ideas y debe existir un moderador (cuyo principal papel es no dejar que nadie critique las ideas de otros).