El reto que nos pone Elon Musk
Elon Musk se ha convertido en un sinónimo de la innovación, los negocios y las grandes apuestas, inspirando a una nueva generación de emprendedores que buscan cambiar el mundo.
Uno de los retos más relevantes de nuestra historia como especie ha sido el de enfrentar el tema de cambio climático de manera eficiente. Claramente no hemos logrado las metas propuestas y estamos lejos de que los gobiernos generen cambios suficientes para detener el aumento de la concentración de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en nuestra atmósfera. Sin embargo, los cambios de paradigma en el consumo y la disponibilidad de la información han concebido un nuevo tipo de consumidor que arremete contra el status quo.
El futuro estará demarcado por las empresas que dan solución a las grandes problemáticas sociales y ambientales que sufre la humanidad, no sólo porque ahora existe un consumidor que espera justo eso, sino porque existen en este momento las herramientas para hacerlo de una forma tan innovadora (disruptiva) que se hace parte de una lógica de negocio real
Tesla Motors, fundada por Elon Musk, es uno de estos ejemplos ya que pretende reducir las emisiones generadas por el transporte privado (15% de emisiones totales) con su vehículo eléctrico.
Lo más interesante, aparte de la evidente atención que se le da a Tesla y su fundador en los medios, es el resultado real de la compañía desde el punto de vista frío de los negocios; Tesla logró vender 35,000 de sus vehículos eléctricos en el 2014 mientras su valor de mercado (precio por acción multiplicado por cantidad de acciones) llega a los 31,240 millones de dólares. Al mismo tiempo, General Motors - que una vez fue orgullo de la industria automotriz americana - colocó 10 millones de vehículos (285 veces los de Tesla), con un valor de mercado de sólo 56,450 millones de dólares (sólo 1.8 veces el de Tesla). La matemática es interesante y contundente.
La nueva demanda por vehículos eléctricos genera un mercado emergente de consumidores conscientes de la fuente de su energía. Sencillamente no tiene sentido cargar un carro eléctrico - limpio - con energía que ha sido producida de forma contaminante.
Estas nuevas posibilidades llevaron al propio Elon Musk a participar en la creación de SolarCity, una empresa que no sólo produce los cargadores estacionarios para vehículos eléctricos sino que también manufactura e instala equipos de energía solar.
¿Qué sucede en las noches, cuando no puedo usar la energía solar? Pues Elon Musk también nos solucionó ese detalle, con el nuevo lanzamiento de las baterías Tesla (Tesla PowerWall ( http://www.teslamotors.com/powerwall ) ), que permiten finalmente el almacenamiento eficiente de la energía para su uso en las noches o en algún apagón.
¿… y el transporte púbico? No todo el mundo puede comprar un Tesla (aunque Musk lo está intentado). Pues Elon Musk ha diseñado un modelo de transporte masivo llamado el Hyperloop, una cápsula que viaja dentro de un tubo sellado a unos 1,200 Km/h… con aire comprimido! Un borrador que no se ha puesto en marcha pero que ya logró llamar la atención de inversionistas que estiman colocar unos $100 millones para cuando Elon le sobre algo de tiempo que invierte en Tesla, SolaCity y SpaceX (olvidé mencionarlo, el Sr. Musk también nos quiere llevar al espacio).
Los gobiernos no están diseñados para funcionar de esta forma, tomar estos riesgos y generar este tipo de movimiento. Lo que si deben hacer los gobiernos es facilitar el camino, porque sin importar qué tan grandes o difíciles sean los retos de nuestra era, los emprendedores están hoy alineados para resolverlos, entendiendo que cada día es posible despertarse con la intención de vivir bajo un propósito que es más grande que nosotros mismos, unir la velocidad de la información, la innovación y la genialidad humana en elevarnos más allá de nuestros sueños.
Usted, ¿con qué intención se despertó esta mañana?
SFS